Consecuencias de tener el hígado intoxicado
Además de ser la glándula más grande del cuerpo, el hígado es uno de los órganos más importantes en cuanto a que cumple con más funciones en el organismo.
Entre sus principales tareas está la de almacenar y regular la cantidad de sangre que necesita el cuerpo para sus distintas actividades. En otras palabras, es el encargado de suministrar al cuerpo la energía vital que necesita.
Además, tiene un papel determinante en el sistema inmunológico, es el encargado de metabolizar las grasas y los azúcares, depura la sangre proveniente de los intestinos e incluso repercute significativamente en nuestras emociones. Por estas y otras tantas razones es tan importante el cuidado de este órgano que influye de tantas maneras en nuestra salud.
Dado que el hígado es el encargado de suministrar la sangre que el cuerpo necesita, cuando se encuentra saturado de toxinas, y deja de funcionar de manera óptima, es común sentir cansancio y experimentar calambres musculares, así como menstruaciones cortas o ausentes, en el caso de las mujeres. También es posible que se presenten temblores, contracturas, tics y dolor en los músculos y articulaciones.
Un hígado débil también puede provocar desnutrición ocular, lo que puede derivar en problemas de la vista, como miopía o visión borrosa.
También afecta nuestras emociones
El mal funcionamiento del hígado no solo repercute en nuestro estado físico, sino en el emocional. Cuando tenemos un bajo nivel de energía, es común que nos sintamos faltos de imaginación y tengamos ciertas dificultades para coordinar ideas. No solo eso. También es muy probable que nos sintamos apáticos, irritables, con poco entusiasmo para enfrentar los retos del día a día y, en algunos casos, experimentar, incluso, altos niveles de ansiedad.
La poca tolerancia a la frustración también está asociada con un hígado debilitado. En contraposición, un hígado bien depurado, nos ayuda a tener un mejor estado de ánimo y una predisposición favorable para cualquier cosa que se presente en la vida diaria.
Nunca va a ser mal momento para ayudarle a tu hígado iniciando un proceso de desintoxicación, pero hay ocasiones en las que esta decisión toma un peso particular. Estos son algunos síntomas de que tu hígado podría estar en problemas:
- La adicción al alcohol, a las drogas, incluso a la comida, pueden ser un indicador de que tu hígado no está funcionando óptimamente.
- La fibromalgia, así como altos niveles de ácido úrico y triglicéridos y la aparición de pequeñas verrugas en el cuello o en las axilas, pueden ser síntoma de un hígado graso.
- Aunque mucha gente cree que los cálculos biliares solo se forman en la vesícula, la realidad es que muchos de ellos se forman en el hígado, lo que también resulta ser un inconveniente para su óptimo funcionamiento.